domingo, 20 de mayo de 2012

Jesús Reforma la Mentalidad


               Jesús Reforma la Mentalidad
“Cristo frustró esas esperanzas de grandeza mundanal. En el sermón del monte, trató de deshacer la obra que había sido hecha por una falsa educación, y de dar a sus oyentes un concepto correcto de su reino y de su propio carácter. Sin embargo, no atacó directamente los errores de la gente. Vio la miseria del mundo por causa del pecado, aunque no delineó demasiado vívidamente la miseria de ellos. Les enseñó algo infinitamente mejor de lo que habían conocido antes.” (Ellen White. DTG, p.176).
Jesús define la real importancia de las cosas, busca el verdadero sentido en las diferentes acciones que componen la conducta del cristiano, Jesús se empeña en interiorizar en la mente de sus oyentes que,  lo que realmente vale no es simplemente el  hacer sino el hacer y como se hace.

Jesús aborda las diferentes acciones comunes del pueblo de Israel, con el propósito de transmitir el verdadero valor en cada una de ellas, es donde Jesús transmite de forma contundente sus ideales.
 “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.” (Mat 7:12)
Con todas estas declaraciones de Jesús, podemos definir que la ley no puede estar limitada a unos mínimos, con todas y cada una de las lecciones que Él trata en este discurso vemos la importancia de un espíritu humilde, una conducta honesta, una mentalidad justa y completa en la verdad. Las palabras de Jesús nos hacen entender la necesidad de una reforma en nuestra mentalidad, de estar en comunión con el Padre y así lograr un corazón enraizado en el amor.
“Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.” (Jn. 15:10)
Aquel que acepta la gracia salvadora, debe también hacer la voluntad del Padre (Mat.7:21).
 “Cuando la ley se tiene en poco estima vemos un síntoma de condición ignorante y enfermiza en materias de religión.”[1]
 “La fidelidad se entiende de modo intensivo y extensivo, en calidad y totalidad. Es insuficiente el legalismo, que se contempla con guardar preceptos; pero el discípulo no puede se negligente en la práctica de su compromiso.”[2]

CONCLUSIÓN
¿Es fácil ser creyente? ¿Es fácil cumplir la ley de Dios y hacer su voluntad? ¿Es fácil perdonar a alguien que nos hace daño? ¿Es fácil alcanzar los ideales que Jesús nos propone? Sufrimos constantemente en nuestra vida la presión del pecado, pasamos por perdidas de personas al cual amamos, somos ofendidos, sufrimos desilusiones amorosas, en muchas ocasiones tenemos que luchar contra nuestros propios deseos carnales, sufrimos el gran conflicto entre la razón y la emoción. Buscamos una y otra vez  hacer la voluntad del Señor y fracasamos, volvemos a intentar y otra vez caímos.

Cumplir la ley del Señor y sus ideales no son difíciles sino que muchas veces cedemos a las influencias negativas del mundo. El llanto es algo común en este planeta y estará “siempre” presente en la vida de aquellos que desean cumplir la voluntad de Dios. ¿Entonces como hacer la voluntad de Dios y cumplir los ideales que Jesús nos propone? La respuesta no es ningún secreto, muchos de nosotros ya conocemos, es tener Jesús siempre presentes en todo que hacemos, es vivir una vida donde nuestros pensamientos estén basados en el amor, de está forma Jesús gravará su Ley en nuestro corazón.


[1] RYLE J. C., Los evangelios Explicados Mateo, Barcelona: CLIE, 1977,  p.36 / 256.
[2] MATEOS, Juan; CAMACHO, Fernando. El Evangelio de Mateo, Madrid: Ediciones Cristiandad, 1981, p.61.   //292.

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