domingo, 20 de mayo de 2012

Teología del altar de sacrificios


      Teología del altar de sacrificios

¿Como podemos definir una teología en el ámbito del altar y su importancia? Toda la realización ceremonial en el contexto del altar de sacrificios llévanos a un pensamiento, a una comprensión del verdadero plan de salvación ya establecido por Dios desde un principio.

La adoración de Israel tuvo profundas raíces en las narrativas patriarcales y fue un desarrollo natural (por dirección divina) del sistema sacrificial patriarcal. El santuario israelita preservó el sacrificio básico de la adoración patriarcal, el “holocausto” como su sacrificio fundacional (Exod 29:38-42). El altar sacrificial retuvo el nombre “el altar del holocausto” (Exod 30:28; 31:9; etc.). Así el culto del santuario-templo estaba contenido en la adoración religiosa previa de los antepasados de Israel. Es un ejemplo de revelación desplegada. Se puede ver en el santuario en el Sinaí una progresión en la forma de adoración, que reveló más plenamente el propósito de Dios.

El altar de sacrificios en sus diferentes periodos y en su total progresión tenía un objetivo claro, establecido por Dios para que el hombre entendiera el verdadero y real sacrificio.
Cuando pensando en la tipología del altar, de inmediato surge la pregunta: ¿Eran realmente necesario todos estos ritos ceremoniales? ¿Cuál era la finalidad de del altar de sacrificio?

Los actos sagrados o cerimoniales del culto consistían principalmente en sacrificios u ofrendas (…). – Estos sacrificios, impotentes por si mismos para purificar la conciencia (Heb. 10:4), servían al menos para mantener en los israelitas el sentimiento del pecado (Heb. 10:3), y eran tipos o símbolos proféticos del sacrificio verdadero y único eficaz que Jesucristo debía ofrecer por los pecados del mundo (Juan 1:29).[1]

Cuando Jesús vino como cordero, Él fue sacrificado en el altar del Gólgota y derramó su sangre como libación. Al subir a los  Cielos, el Espíritu Santo é enviado, y Este pasa vivir en el interior de todos aquellos que aceptan a Jesús como Señor de sus vidas.
Pasamos a ser el santuario vivo del Dios altísimo. Pero no podemos olvidar que los principios continúan los mismos:
1.      Adoración tiene que ser natural y espontánea
2.      El altar de Dios (que somos nosotros) debe de estar en santidad (una vida de santidad).
El altar de los holocaustos proclamaba la necesidad de una propiciación.[2]
Cristo es la razón del culto levítico. Todo el sistema ceremonial señalaba a Cristo, su sacrificio y su sacerdocio fueron representados por todo el Antiguo Testamento. Todos los símbolos debían ser realizados hasta que se cumpliera en realidad de la muerte de Cristo, El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Conclusión
Toda la obra del Señor es perfecta, cuanto más conocemos de ella, más nos damos cuenta de la exactitud y la precisión como se realizan en todas las cosas. El en altar de sacrificios podemos ver esta obra tan perfecta de rescate al hombre caído. Dios no solamente se preocupó en rescatar al hombre, sino que también busco el mejor medio para hacernos entender su plan de salvación.  
El altar es el punto central de la adoración y celebración al Dios de Israel. Una definición mas objetiva y directa del altar de sacrificios con base en todo lo que ya hemos visto podemos presentar en la siguiente sita: “No es un objeto neutro o pasivo. Sino que tiene, en medio de la asamblea cristiana, una decisiva función simbólica, como plasmación del lugar donde se hace efectiva la venida de Dios hacia nosotros y nuestro camino hacia él. Sin duda vale la pena reflexionar y profundizar sobre la riqueza de significado que en él se concentra.[3]


[1] VAUCHER, Alfred F., La Historia de la Redención. Madrid: Safeliz. 1988, p 183.
[2] Ibíd. VAUCHER, p 188.
[3] ARONCENA, Félix M.,  El Altar Cristiano, Barcelona: CPL, 2006, p 167.

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